sábado, 28 de noviembre de 2009

LOS FACTORES CRIMINOGENOS Y LA DELINCUENCIA JUVENIL










Si bien es cierto hasta hace no muy poco tiempo nos era común escuchar o leer noticias, en las cuales los titulares derivados de las notas policiales, nos hacían referencia de la participación de mayores de edad en la comisión de distintos ilícitos y de manera inusual muy de vez en cuando se veía vinculado a estos a un menor de edad; claro que ello no atenuaba el impacto que en la población se producía dado el conocimiento del incremento de la delincuencia. Ahora bien en la actualidad nuestra realidad muestra el giro que ha dado dicha condición delincuencial antes citada, pues los índices de delincuencia juvenil se han incrementado considerablemente, dado que muchos adolescentes evidencias rasgos de una conducta agresiva o violenta que termina por manifestarse ante la sociedad de diversas formas siendo las mas mediante la comisión de un ilícito culposo o doloso.
La conducta desviada o antisocial hace referencia a cualquier hecho o acción que viole las reglas sociales o vaya contra los demás, con independencia de su gravedad, en consecuencia la delincuencia juvenil es un fenómeno específico y agudo de desviación e inadaptación, llevada a cabo por personas que no han alcanzado aún la mayoría de edad.
Ante tal problema descrito líneas arriba surge una interrogante ¿Qué determina que algunos adolescentes evidencien rasgos delincuenciales que en determinado caso los lleven al extremo de cometer una falta o delito?; pues bien corresponde absolver tal interrogante a la Criminología, ya que dado su calidad de ciencia empírica e interdisciplinaria (con fundamentos en la psicología, sicopatología, y sociología), que tiene como uno de sus objetos de estudio a la persona del delincuente o infractor, la que nos ayudara a dar un pequeño análisis de los factores que determinan esta predisposición o conversión hacia la delincuencia.
Ahora bien al respecto corresponde empezar por distinguir que este fenómeno delincuencial deriva de una desviación de la conducta, misma dentro de la cual se aprecian dos figuras: la conducta desviada y la conducta delincuencial; entendiendo a la primera como el comportamiento de un miembro de la sociedad que se aleja de los estándares habituales de conducta cuyo resultado deriva en un daño o perjuicio a determinados bienes jurídicos individuales o colectivos y a la segunda como la comisión propiamente dicha de ilícitos previstos y sancionados por ley. Establecidos estos primeros ítems, hay que aclarar que las conductas citadas tienen su origen o mejor dicho se hallan determinadas por la presencia de factores denominados factores criminógenos, que vendrían a ser los elementos objetivos que intervienen en la producción del fenómeno criminal; siendo que dichos factores a decir de unos se clasifican como endógenos (sexo, edad, salud, familia) y exógenos (educación, economía, comunicación y entorno social) y es que siendo el tema a tratar la influencia de los factores criminógenos en la delincuencia juvenil, corresponderá pues realizar el análisis de aquellos que a decir propio tienen mayor relevancia.

FACTORES CRIMINOGENOS PRESENTES EN LA CONDUCTA DELINCUENCIAL JUVENIL

FACTOR SALUD

Una primera categoría de jóvenes delincuentes vendría definida por rasgos de anormalidad patológica la cual podría ser de carácter psicológico o biológico, mismas que se deberían a las siguientes causas:

Como antecedente tenemos que en el año 1915 Sigmund Freud mediante la publicación de su artículo “Los delincuentes por sentimientos de culpa”, explica que las conductas delictivas eran cometidas ante todo por que se hallaban prohibidas y por que a su ejecución, se enlazaba para el autor un alivio psíquico. El sujeto sufría un penoso sentimiento de culpabilidad de origen desconocido, donde una vez cometida la falta, sentía mitigada la presión del mismo. Por paradójico que parezca, el sentimiento de culpa existía antes del delito y no procedía de él, al contrario el delito es el que procedía del sentimiento de culpabilidad. Profundizando su análisis llega a la conclusión de que este sentimiento de culpabilidad proviene del complejo de Edipo. Según Freud, los niños cometen travesuras para llamar la atención y atraerse un castigo, luego de este, quedan tranquilos, donde el castigo sirvió para satisfacer sus necesidades de auto castigo, emanados de la sensación de culpabilidad que provocan otras faltas más graves.

Ahora bien a la actualidad estudios realizados han llegado a la conclusión que la violencia juvenil se relaciona de manera consistente con un trastorno mental (básicamente de la personalidad), trastorno antisocial de la personalidad y su contraparte infantil, el trastorno de la conducta, llamado ahora, aunque hay que aclarar no todos los que padecen este último evolucionan inexorablemente hacia el primero, y de ahí la importancia de la distinción. El trastorno antisocial de la personalidad se establece entre los 12 y los 15 años, aunque a veces antes, y consiste en comportamiento desviado en el que se violan todos los códigos de conducta impuestos por la familia, el grupo, la escuela, la iglesia; condición que estimula al jóven a actuar bajo el impulso del momento y no muestra arrepentimiento por sus actos. Inicialmente esta violación persistente de las reglas se manifiesta como vandalismo; crueldad con los animales; inicio precoz de una vida sexual promiscua, sin cuidado respecto al bienestar de la pareja; incorregibilidad; abuso de sustancias; falta de dirección e incapacidad de conservar trabajos; con la salvedad que tengan una gran inteligencia o que presenten formas menos graves del trastorno, fracasan en todo tipo de actividades, incluyendo las criminales, ya que carecen de disciplina, lealtad para con sus cómplices, proyección a futuro, y siempre están actuando en respuesta a sus necesidades del momento presente. El trastorno es cinco a diez veces más frecuente en hombres que en mujeres (factor sexo).

Respecto a las características biológicas se tiene en cuenta la existencia del síndrome de déficit de atención con hiperactividad como causa de problemas de conducta, que sumados a la impulsividad característica del síndrome, pueden producir violencia. Un estudio con niños hiperquinéticos mostró que sólo aquellos que tienen problemas de conducta están en mayor riesgo de convertirse en adolescentes y adultos violentos. La conclusión es que hay que hacer un esfuerzo para aportar a aquellos niños hiperquinéticos con problemas de conducta recursos terapéuticos más oportunos e intensivos.

FACTOR FAMILIA

La Familia juega un rol muy importante pues además de ser un factor que contribuye a la formación de toda persona, también es a la vez un mecanismo de control no formal, siendo por estas consideraciones que el hecho de una familia disfuncional o con presencia de desarrollo de violencia al interior de la misma o una suerte de climax de permision absoluta derivada de la falta de preocupación por la formación de los hijos lo que origine o contribuya a que se este produciendo un hijo con patrones orientados hacia la delincuencia como medio de llamar la atención o forma de sobresalir o produce individuos que perciben a la violencia como un recurso para hacer valer derechos dentro de la familia. Asi tenemos los siguientes tipos de familia :

Familia que plantea problemas en la evolución afectiva de los hijos: Entre los jóvenes con problemas de delincuencia siempre existen abundantes sujetos con un grupo familiar gravemente alterado. No creemos conveniente enumerar todos lo índices de falta de afecto pero algunos importantes son: el alcoholismo, abandono del padre o de la madre, drogas etc.
Familia con dificultades en los procesos de identificación: Quizás este no es un factor muy importante, ya que, el que los padres asuman plenamente sus papeles es una cosa normal, pero en muchas familias cuando el joven llega a la adolescencia sufre cambios en su vida y si el padre o la madre no tiene un carácter apacible o es excesivamente inimitable pueden tener consecuencias nefastas.
Familia con fracasos educativos: Falta de bases no económicas sino educativas hacen que el joven no sienta afición por la formación, aunque esto siempre ha sido tema de debate, ya que por otro lado, está la familia con nivel educativo bajo que espera que sus hijos alcancen lo que ellos no pudieron conseguir.
Familia Incompleta: A criterio propio la familia no completa es un factor que parece de gran importancia y que algunos autores lo han defendido como paso para prevenir la delincuencia pero ha dejado de ser importante por el simple hecho, de que una familia completa puede estar destruida en su interior y, por otro lado puede darse también el caso inverso de familias incompletas, que a pesar de ello, ofrecen buenas condiciones para un desarrollo sano. A pesar de esto, no se descarta la idea de que pueda ser un factor de riesgo, aunque no es el más importante dentro de la familia.

FACTOR ECONOMIA

La desigualdad económica es causa de que el joven albergue un sentimiento de desesperanza respecto a la estabilidad económica de su familia, básicamente ligado a la satisfacción de sus necesidades personales ello debido a la existencia de un nivel de vida insuficiente; desempleo de los padres y propio dada su corta edad, falta de calificación profesional, siendo estos elementos los que favorecen a que el joven que por su corta edad y falta de capacitación opte por obtener lo que le es necesario para vivir según sus expectativas mediante la opción mas próxima y rápida que se le presenta, siendo la misma la comisión de un ilícito siendo los primeros los conocidos delitos de hurto y robo los cuales luego se amplían a los de lesiones dado el afán de defensa de un territorio generándose así toda una cadena de hechos delictivos cometidos por un solo individuo cuya iniciación fue en el periodo de adolescencia del mismo, sin embargo como también en niveles altos se da este fenómeno solo que el móvil económico ya no es algo que se ansíe sino que en tal situación juega el rol de facilitador de comisión de ilícitos o en todo caso hace creer al joven desorientado que el estatus económico que poseen sus padres lo hacen gozar de determinada inmunidad, de esta forma se puede decir que el factor económico no es muy relevante pero sí debe tomarse en cuenta.



FACTOR AMBIENTAL - RELACIONAL



Es necesario remarcar que cualquier conducta humana, pero más todavía la que analizamos, se inserta en medio de una estructura urbana, en medio de un entramado social, en medio de una estructura o desestructura social.
No es por azar que la delincuencia sea crónica en unos barrios, crítica en otros y sólo esporádica en algunos. Y por lo tanto algún papel ha de jugar las características del barrio.
Para no extendernos más en este punto cabe decir que en su conjunto, una gran parte de las problemáticas de delincuencia y de disociabilidad juvenil está estrechamente ligada a la historia del barrio en que se produce.

FACTOR SOCIAL

La estructura social en que les ha tocado vivir a los niños y jóvenes de hoy, está caracterizada por una complejidad cada vez mayor, donde la búsqueda de soluciones no depende ni de fórmulas tradicionales, ni de líderes carismáticos, hay que agregar que la sociedad actual se caracteriza por un debilitamiento de los sistemas tradicionales de apoyo para el desarrollo de la niñez y de la adolescencia, siendo por lo menos, tres medios de apoyo que con los cambios sociales, se han debilitado como para dar una respuesta efectiva al desarrollo de la niñez y de los adolescentes. En primer lugar tenemos que mencionar a La Familia. Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, han suprimido la jerarquía y hegemonía que la familia tenía como formadora de costumbres sociales y con la carencia del medio familiar y escolar, se da el mal uso del tiempo libre, agresividad desarrollada por los medios de comunicación mediante la difusión de programas con un alto contenido de violencia ello sumado a la era cibernética donde los menores y adolescentes tienen acceso a información en niveles in cuantificables que lejos de orientarlos en los mas de los casos lo que hacen es despertar su interés por el desde de las normas e incluso los orientan hacia el perfeccionamiento de determinados actos delictivos ya sea por imitación o por iniciativa. La Escuela, por su parte, se caracteriza por un marcado énfasis academicista y por la competitividad feroz, borrando el sentido comunitario y la promoción del desarrollo integral de los jóvenes. Además, los Sistemas de Asistencia y Recreación, como apoyos alternativos, son mínimos y siempre insuficientes para la satisfacción de las necesidades de la población juvenil.

Finalmente teniendo en cuenta que a través del presente hemos hecho uso de las herramientas y respuestas que nos brinda la criminología a efectos de determinar los factores criminógenos que determinan la conducta delincuencial juvenil entendiendo a esta como el resultado de la combinación de diversos factores de riesgo y respuesta social y que se presenta en toda sociedad, en donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje, consumo, se imponen a los valores supremos de la sociedad, como la tolerancia, la solidaridad y la justicia es que dicho fenómeno amenaza con convertirse en un mal que crece a pasos agigantados destruyendo el futuro de los jóvenes y distorsionando sus planes a e ideales, corresponde a cada quien contribuir a la debida orientación y capacitación de la juventud, empezando por el entorno mas cercano tal como lo son hijos, hermanos , amigos pues así como hemos evidenciado algunos factores son aprendidos, de la misma forma y aunque con un poco mas de trabajo también lo positivo lo es. Esta en cada quien tomar la decisión de dejar se ser un simple espectador de la ruina ajena y sin querer como consecuencia de la propia, y tomar las acciones correspondientes a efecto de cambiar estas condiciones para poder vivir en un medio social mas seguro para nosotros y nuestros hijos.